¿Qué escribir en una primera entrada de un primer blog?
¿Qué expectativas tengo sobre él?
¿Se entenderá lo que realmente quiero expresar?
Al final todo son expectativas y realidades
que muchas veces, ni por asomo, coinciden.
Tenemos expectativas sobre amigos,
familia, pareja, vivienda, vacaciones, trabajos y un largo etcétera que
comprendería el enigmático estudio de qué
es lo que esperan las personas. Esas expectativas a veces son aprendidas,
contagiadas, infundadas… ¿Quién sabe? Tener expectativas es gratis ¿O no?
Uno de los significados de la
palabra “Expectativa” según el diccionario de la RAE (Real Academia Española) es
la “esperanza de realizar o conseguir
algo” y para ello me pregunto:
Para conseguir lo que esperamos...
¿Hace
falta ponernos manos a la obra o viene por si sólo?
Pues he ahí la dificultad de la cuestión: La falta de control en nuestras entorno, la idealización de un futuro, la falta de constancia, las creencias irracionales como “Tan sólo basta con desearlo para que ocurra”
o “Si lo ha conseguido menganito… Pues yo
también”, el karma, la (mala o buena) suerte y mil variables más, pueden
llevarnos a errar en nuestro objetivo y que la realidad nos dé una bofetada (o
más de una).
Entonces...: ¿Tener expectativas es
algo dañino? Si no hay esperanza de
conseguir algo que de verdad nos mueva ¿Qué nos queda?¿Tal vez la Resignación? Sólo dos soluciones plausibles me vienen
a la mente o bien como dice el filósofo H. Stein “Tener
aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas” o si no Aceptar las bofetadas de la realidad y seguir adelante.
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