miércoles, 6 de febrero de 2013

Expectativa vs Realidad


¿Qué escribir en una primera entrada de un primer blog?

 ¿Qué expectativas tengo sobre él? 

¿Se entenderá lo que realmente quiero expresar? 


Al final todo son expectativas y realidades que muchas veces, ni por asomo, coinciden.

Tenemos expectativas sobre amigos, familia, pareja, vivienda, vacaciones, trabajos y un largo etcétera que comprendería el  enigmático estudio de qué es lo que esperan las personas. Esas expectativas a veces son aprendidas, contagiadas, infundadas… ¿Quién sabe? Tener expectativas es gratis ¿O no?  

Uno de los significados de la palabra “Expectativa” según el diccionario de la RAE (Real Academia Española) es la “esperanza de realizar o conseguir algo”  y para ello me pregunto: 


Para conseguir lo que esperamos...
¿Hace falta ponernos manos a la obra o viene por si sólo?

Pues he ahí la dificultad de la cuestión: La falta de control en nuestras entorno, la idealización de un futuro, la falta de constancia, las creencias irracionales como “Tan sólo basta con desearlo para que ocurra” o “Si lo ha conseguido menganito… Pues yo también”, el karma, la (mala o buena) suerte y mil variables más, pueden llevarnos a errar en nuestro objetivo y que la realidad nos dé una bofetada (o más de una).

Entonces...: ¿Tener expectativas es algo dañino? Si no hay  esperanza de conseguir algo que de verdad nos mueva ¿Qué nos queda?¿Tal vez la Resignación? Sólo dos soluciones plausibles me vienen a la mente o bien como dice el filósofo H. Stein “Tener aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas” o si no Aceptar las bofetadas de la realidad  y seguir adelante.




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