jueves, 28 de marzo de 2013

A destiempo




Avanzando a destiempo. Poco a poco, con los pasos exactos,  pero a destiempo.


Me hace gracia cuando dicen esa frase de "no vuelvas atrás, ni para coger impulso". La sensación de volver a atrás me está paralizando, y ahora,  me encuentro en la tesitura de volver 10 años atrás pero con la experiencia de 10 años adelante. Estiro mis arrugas y las meto en la maleta. Esas arrugas son difíciles de esconder, si estuviesen en la cara, sería fácil. Son experiencias que delatan la edad real sin enseñar el pasaporte.


Recuerdo la película de "El curioso caso de Benjamin button", en la cual, el protagonista nace anciano y a medida que pasan los años se vuelve más joven hasta morirse siendo un bebé. No sé si es suerte o castigo divino,  pero si quiero volver a actuar en esta obra de teatro, no me queda otra. En los últimos meses he intentado otras opciones para ganar al destiempo:

  • Buscar una máquina del tiempo, volver al pasado y  cambiarlo.
  • Echar el euromillón todos los viernes, esperando el "Eurobote" para poder reirme de mi situación bañada en  millones de euros. (Soñar es gratis)
  •  Buscar y rebuscar labores e ilusiones. Sí, esa ilusión por empezar de nuevo.

Pero nada, ninguna ha dado su fruto. Y sé que es muy difícil que lo dé... Sí, lo reconozco, estoy en ese círculo vicioso en el que me niego al "destiempo". En el que reniego volver atrás, muchas son las veces que me pregunto perezosa ¿Otra vez a empezar? ¿De nuevo? Me afirmo a mí misma que  no hay ganas, de nada, ni de empezar, ni de terminar...Que esta obra de teatro que se veía tan perfecta me ha quitado las ganas de vivirla. ¿Quién me ha quitado la ilusión? o como diría Sabina "¿Quién me ha robado el mes de abril?" si aún estamos en marzo...


Así que poco a poco...o de repente, nunca se sabe conmigo. Me empiezo a impulsar hacia atrás, vuelvo al anteayer, para poder crecer pasado mañana. 

martes, 12 de marzo de 2013

Little Miss Sunshine


Me encanta esta película. La he visto, al menos cinco veces. La veré, al menos cinco veces más. Es una de esas películas que tiene momentos y diálogos inmejorables, inolvidables... Es un canto a la vida, es un...

"Te dirán diez mil veces que NO, se pondrá todo en tu contra,  pero...Sin dudar... Sigue adelante".

Para mí, el "Momentazo" de la película es...




La cara de sorpresa, entusiasmo, inocencia, alegría,satisfacción... de la protagonista "Oli" cuando conoce que ha sido seleccionada para  participar en el concurso de belleza "Pequeña Miss Sunshine". Ese momento de la película, es insuperable, es ese tipo de momento, en el que estás tan llena de energía y de alegría, que la felicidad rezuma por todas partes.No puedes parar de ser feliz. Es eso que se llama "FELICIDAD EN MAYÚSCULAS". La vida debería llenarse de esos momentos de éxtasis, de esos momentos que te dejan sin aliento... Como dice la famosa frase de la película "Hitch, especialista en ligues"...

"La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento"


Necesitamos más momentos sin aliento. En parte, llegar a tener esos momento, depende y no depende de nosotros. Ahí, es dónde tenemos que trabajar... En la búsqueda de esos momentos, en los que vida nos deje sin respirar, dónde podamos seguir confiando en nuestras posibilidades, como la pequeña Oli...

 Y tan fácil se escribe, y tan difícil es seguir buscando... Para todos los buscadores... ¡Ánimo!


De "Pequeña Miss sunshine", hoy, me quedo con esta parte...

"¿Sabes qué? A la mierda estos concursos. La vida es un puto concurso de belleza detrás de otro. El instituto, la universidad, luego el trabajo... ¡A tomar por culo! Y a la mierda la academia de pilotos. Si quiero volar, ya buscaré el modo de hacerlo. Hay que hacer lo que te gusta, y a la mierda lo demás. "


Así que... ¡A la mierda todo! ¡Quiero más momentos sin aliento!



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sábado, 9 de marzo de 2013

La autoestima, el paraguas y las botas



Lleva dos días lloviendo. Además hace un viento de esos que ni respetan tu habitual despeinado. Transitas por una calle estrecha y en un instante, en ese instante, te das cuenta que te estás mojando entera. Tus botas están rotas, tu paraguas (ese que te regalaron cuando compraste el bolso de 20€ y cuya masiva producción es proporcional a su mala calidad) se acaba dando la vuelta dejándote desnuda bajo el temporal.

Entonces, te reprochas que deberías de haber comprado unas botas nuevas y un  paraguas a prueba de ventarrones al principio del otoño.

Y al final, te paras a pensar , que en la vida, la calidad de tu autoestima se asemeja a la de tu paraguas. Que lo importante es tener un paraguas fuerte, que no se volteé a la primera de cambio y que si se voltea, sea fácil y rápido de enderezar, que no  te deje desnuda ante un pequeño temporal. 

También aprendes que para saltar un charco, no puedes utilizar unas botas cualquieras, necesitas unas de agua. 

martes, 5 de marzo de 2013

La ilusión del indulto



La palabra indulto está de moda. Si vamos a un diccionario nos encontramos con que “Indultar” significa “perdonar a alguien una pena”. Sin embargo... ¿Qué me viene a la mente cuando leo esta palabra?. Sinceramente, me recuerda a un juego de niños en el cole

Pepito”, que hoy está revoltoso,  hace una trastada y su profe como castigo, le envía a la “silla aburrida” a reflexionar. Al paso de un tiempo prudencial de aburrimiento y  “meditación”, al pequeño pepito se le otorga clemencia y vuelve al juego.

Pero entonces, cuando somos mayores y se suponen que ya nos han enseñado las reglas del juego… ¿Seguimos siendo “pepito”? si hacemos algo no conforme a estas  reglas y caemos en gracia al gobierno de turno ¿Nos indultan? y al final… ¿Podremos esgrimir  un “fueron felices y comieron perdices”?. 

Y entonces, en ese preciso momento, caes en la cuenta…

Quién no entiende las reglas del juego eres ¡Tú!

Pero…Volviendo al tema;  “La ilusión del indulto” hace referencia al estado de ánimo según el cual el condenado a muerte, en el instante antes de su ejecución, concibe la ilusión de que le indultarán en el último segundo”.En el libro, El hombre en busca de sentido” escrito por el psiquiatra Viktor Frankl, éste nos describe su experiencia como prisionero en Auschwitz y hace alusión a esa "Esperanza" que tenían cuando llegaron al campo de  concentración “También nosotros nos agarrábamos a los jirones de esperanza y hasta el último momento creímos que no todo sería tan malo”

¿Quién no  ha sentido esa ilusión de que no va a suceder la fatalidad y que en el último momento el indulto será posible? 

Evidentemente, sin comparar el indulto como prisionero en un campo de concentración con mi experiencia, puedo recordar situaciones en las que he tenido esa ilusión;  Pequeños instantes en el que crees que el desenlace llega con un final feliz. 
Siempre recuerdo la esperanza que sentía minutos antes de entrar al aula de exámenes durante los años de carrera. Siempre tuve esa pequeña ilusión de que sucediera “algo”  que cambiase el transcurso del mismo y que se suspendiese el examen. O cuando en mi último trabajo, cuando acababa el contrato me dijesen el "sigues con nosotros" en vez de "te quedan dos días" …Ese momento de película en el que tú,  como protagonista,  te precipitas desde un barranco y por azar o habilidad consigues agarrarte a una rama en el último segundo...Ese último segundo, ese, en el que me encuentro ahora.