jueves, 11 de abril de 2013

Encender la lámpara







"Se me encendió la bombilla ....". Expresión que utilizaba para referirme a mis clarividencias.  Ahora, tomo conciencia sobre cómo es el mundo real, "La realidad" , sí esa que existe, viste y calza. Aunque a algunas nos gusten más los mundos paralelos del chicle o la gominola de fresa.

Esta realidad me ha desbordado. Tomo conciencia y se enciende mí lámpara... "La vida no es justa o injusta, es lo que es"   y por ende "Yo soy como soy"... Con la lámpara encendida,  "Me iría mejor siendo de otra forma"  pero si acabo de aceptar  que "La vida es como es", por menos,  tendré que aceptar "ser como soy"... De momentoMe doy una tregua...

jueves, 28 de marzo de 2013

A destiempo




Avanzando a destiempo. Poco a poco, con los pasos exactos,  pero a destiempo.


Me hace gracia cuando dicen esa frase de "no vuelvas atrás, ni para coger impulso". La sensación de volver a atrás me está paralizando, y ahora,  me encuentro en la tesitura de volver 10 años atrás pero con la experiencia de 10 años adelante. Estiro mis arrugas y las meto en la maleta. Esas arrugas son difíciles de esconder, si estuviesen en la cara, sería fácil. Son experiencias que delatan la edad real sin enseñar el pasaporte.


Recuerdo la película de "El curioso caso de Benjamin button", en la cual, el protagonista nace anciano y a medida que pasan los años se vuelve más joven hasta morirse siendo un bebé. No sé si es suerte o castigo divino,  pero si quiero volver a actuar en esta obra de teatro, no me queda otra. En los últimos meses he intentado otras opciones para ganar al destiempo:

  • Buscar una máquina del tiempo, volver al pasado y  cambiarlo.
  • Echar el euromillón todos los viernes, esperando el "Eurobote" para poder reirme de mi situación bañada en  millones de euros. (Soñar es gratis)
  •  Buscar y rebuscar labores e ilusiones. Sí, esa ilusión por empezar de nuevo.

Pero nada, ninguna ha dado su fruto. Y sé que es muy difícil que lo dé... Sí, lo reconozco, estoy en ese círculo vicioso en el que me niego al "destiempo". En el que reniego volver atrás, muchas son las veces que me pregunto perezosa ¿Otra vez a empezar? ¿De nuevo? Me afirmo a mí misma que  no hay ganas, de nada, ni de empezar, ni de terminar...Que esta obra de teatro que se veía tan perfecta me ha quitado las ganas de vivirla. ¿Quién me ha quitado la ilusión? o como diría Sabina "¿Quién me ha robado el mes de abril?" si aún estamos en marzo...


Así que poco a poco...o de repente, nunca se sabe conmigo. Me empiezo a impulsar hacia atrás, vuelvo al anteayer, para poder crecer pasado mañana. 

martes, 12 de marzo de 2013

Little Miss Sunshine


Me encanta esta película. La he visto, al menos cinco veces. La veré, al menos cinco veces más. Es una de esas películas que tiene momentos y diálogos inmejorables, inolvidables... Es un canto a la vida, es un...

"Te dirán diez mil veces que NO, se pondrá todo en tu contra,  pero...Sin dudar... Sigue adelante".

Para mí, el "Momentazo" de la película es...




La cara de sorpresa, entusiasmo, inocencia, alegría,satisfacción... de la protagonista "Oli" cuando conoce que ha sido seleccionada para  participar en el concurso de belleza "Pequeña Miss Sunshine". Ese momento de la película, es insuperable, es ese tipo de momento, en el que estás tan llena de energía y de alegría, que la felicidad rezuma por todas partes.No puedes parar de ser feliz. Es eso que se llama "FELICIDAD EN MAYÚSCULAS". La vida debería llenarse de esos momentos de éxtasis, de esos momentos que te dejan sin aliento... Como dice la famosa frase de la película "Hitch, especialista en ligues"...

"La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento"


Necesitamos más momentos sin aliento. En parte, llegar a tener esos momento, depende y no depende de nosotros. Ahí, es dónde tenemos que trabajar... En la búsqueda de esos momentos, en los que vida nos deje sin respirar, dónde podamos seguir confiando en nuestras posibilidades, como la pequeña Oli...

 Y tan fácil se escribe, y tan difícil es seguir buscando... Para todos los buscadores... ¡Ánimo!


De "Pequeña Miss sunshine", hoy, me quedo con esta parte...

"¿Sabes qué? A la mierda estos concursos. La vida es un puto concurso de belleza detrás de otro. El instituto, la universidad, luego el trabajo... ¡A tomar por culo! Y a la mierda la academia de pilotos. Si quiero volar, ya buscaré el modo de hacerlo. Hay que hacer lo que te gusta, y a la mierda lo demás. "


Así que... ¡A la mierda todo! ¡Quiero más momentos sin aliento!



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sábado, 9 de marzo de 2013

La autoestima, el paraguas y las botas



Lleva dos días lloviendo. Además hace un viento de esos que ni respetan tu habitual despeinado. Transitas por una calle estrecha y en un instante, en ese instante, te das cuenta que te estás mojando entera. Tus botas están rotas, tu paraguas (ese que te regalaron cuando compraste el bolso de 20€ y cuya masiva producción es proporcional a su mala calidad) se acaba dando la vuelta dejándote desnuda bajo el temporal.

Entonces, te reprochas que deberías de haber comprado unas botas nuevas y un  paraguas a prueba de ventarrones al principio del otoño.

Y al final, te paras a pensar , que en la vida, la calidad de tu autoestima se asemeja a la de tu paraguas. Que lo importante es tener un paraguas fuerte, que no se volteé a la primera de cambio y que si se voltea, sea fácil y rápido de enderezar, que no  te deje desnuda ante un pequeño temporal. 

También aprendes que para saltar un charco, no puedes utilizar unas botas cualquieras, necesitas unas de agua. 

martes, 5 de marzo de 2013

La ilusión del indulto



La palabra indulto está de moda. Si vamos a un diccionario nos encontramos con que “Indultar” significa “perdonar a alguien una pena”. Sin embargo... ¿Qué me viene a la mente cuando leo esta palabra?. Sinceramente, me recuerda a un juego de niños en el cole

Pepito”, que hoy está revoltoso,  hace una trastada y su profe como castigo, le envía a la “silla aburrida” a reflexionar. Al paso de un tiempo prudencial de aburrimiento y  “meditación”, al pequeño pepito se le otorga clemencia y vuelve al juego.

Pero entonces, cuando somos mayores y se suponen que ya nos han enseñado las reglas del juego… ¿Seguimos siendo “pepito”? si hacemos algo no conforme a estas  reglas y caemos en gracia al gobierno de turno ¿Nos indultan? y al final… ¿Podremos esgrimir  un “fueron felices y comieron perdices”?. 

Y entonces, en ese preciso momento, caes en la cuenta…

Quién no entiende las reglas del juego eres ¡Tú!

Pero…Volviendo al tema;  “La ilusión del indulto” hace referencia al estado de ánimo según el cual el condenado a muerte, en el instante antes de su ejecución, concibe la ilusión de que le indultarán en el último segundo”.En el libro, El hombre en busca de sentido” escrito por el psiquiatra Viktor Frankl, éste nos describe su experiencia como prisionero en Auschwitz y hace alusión a esa "Esperanza" que tenían cuando llegaron al campo de  concentración “También nosotros nos agarrábamos a los jirones de esperanza y hasta el último momento creímos que no todo sería tan malo”

¿Quién no  ha sentido esa ilusión de que no va a suceder la fatalidad y que en el último momento el indulto será posible? 

Evidentemente, sin comparar el indulto como prisionero en un campo de concentración con mi experiencia, puedo recordar situaciones en las que he tenido esa ilusión;  Pequeños instantes en el que crees que el desenlace llega con un final feliz. 
Siempre recuerdo la esperanza que sentía minutos antes de entrar al aula de exámenes durante los años de carrera. Siempre tuve esa pequeña ilusión de que sucediera “algo”  que cambiase el transcurso del mismo y que se suspendiese el examen. O cuando en mi último trabajo, cuando acababa el contrato me dijesen el "sigues con nosotros" en vez de "te quedan dos días" …Ese momento de película en el que tú,  como protagonista,  te precipitas desde un barranco y por azar o habilidad consigues agarrarte a una rama en el último segundo...Ese último segundo, ese, en el que me encuentro ahora.

martes, 19 de febrero de 2013

Cada uno cuenta la feria como le va en ella








Me encanta el refranero español.  El “más vale pájaro en mano que ciento volando”, el “mucho ruido y pocas nueces” o el de "en el país de los ciegos el tuerto es el rey” son pequeñas notas de sabiduría popular que por su carácter atemporal siempre son válidas para dar una  buena respuesta.


Hace unos días, ante tanto consejo que estoy recibiendo sobre Qué hacer con mi vida, buscaba una de esas buenas respuestas... y quién busca halla, y yo hallé:  "cada uno cuenta la feria, según le va en ella" que me venía al pelo. 

De entre las muchas aficiones del españolit@ de a pie , una muy representativa es la de opinar, hablar, comentar, aconsejar, juzgar,... sobre algo,  sólo con la experiencia que  haya tenido uno mismo (bueno o también con la experiencia ajena, que esa sí que es gratuita y objetiva). Sin embargo, por gracia o desgracia,  sobre una misma cuestión están las dos caras de la moneda, aunque algun@s  se empeñen en quedarse con  la “cara” que es la que le  ha sucedido a él y por ende te sucederá a ti si sigues al pie de la letra lo que te aconseja.

Y entre tanto consejo...pienso yo…Y la cruz, ¿nadie me va a hablar de la cruz?  Que sí, que no discuto yo eso de que "la experiencia es un grado", pero… 

¿Qué experiencia? 
¿La propia o la ajena? 
¿Pueden ser dos situaciones iguales? 
¿Pueden ser dos realidades comparables? 
¿Podríamos decir a un niño Africano que se compare con uno Sueco?
Ante la falta de respuesta, vuelvo al refranero… 

"A buen entendedor, pocas palabras bastan"

miércoles, 6 de febrero de 2013

Expectativa vs Realidad


¿Qué escribir en una primera entrada de un primer blog?

 ¿Qué expectativas tengo sobre él? 

¿Se entenderá lo que realmente quiero expresar? 


Al final todo son expectativas y realidades que muchas veces, ni por asomo, coinciden.

Tenemos expectativas sobre amigos, familia, pareja, vivienda, vacaciones, trabajos y un largo etcétera que comprendería el  enigmático estudio de qué es lo que esperan las personas. Esas expectativas a veces son aprendidas, contagiadas, infundadas… ¿Quién sabe? Tener expectativas es gratis ¿O no?  

Uno de los significados de la palabra “Expectativa” según el diccionario de la RAE (Real Academia Española) es la “esperanza de realizar o conseguir algo”  y para ello me pregunto: 


Para conseguir lo que esperamos...
¿Hace falta ponernos manos a la obra o viene por si sólo?

Pues he ahí la dificultad de la cuestión: La falta de control en nuestras entorno, la idealización de un futuro, la falta de constancia, las creencias irracionales como “Tan sólo basta con desearlo para que ocurra” o “Si lo ha conseguido menganito… Pues yo también”, el karma, la (mala o buena) suerte y mil variables más, pueden llevarnos a errar en nuestro objetivo y que la realidad nos dé una bofetada (o más de una).

Entonces...: ¿Tener expectativas es algo dañino? Si no hay  esperanza de conseguir algo que de verdad nos mueva ¿Qué nos queda?¿Tal vez la Resignación? Sólo dos soluciones plausibles me vienen a la mente o bien como dice el filósofo H. Stein “Tener aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas” o si no Aceptar las bofetadas de la realidad  y seguir adelante.